miércoles, 23 de febrero de 2011

Audio-ficciones: Huída de lo inevitable

Este nuevo tipo de entradas consiste en que localicéis los audios que se indican en la narración, para escucharlos en los momentos en los que transcurre el texto, es decir, si en un momento dado, dice que se escucha otro tema, cambiad a ese desde el anterior. Los temas van marcados en negrita para mayor facilidad. Podéis considerarlo un programa de radio escrito en papel si queréis, aunque el fin es que podáis sumergir vuestra mente junto a la del protagonista para conseguir una mayor incursión en la historia. Ahí os va:



Estaba aturdido, inconsciente, pero con un pensamiento fuerte rondando en su mente. La sensación de dolor era extrema, tanto como si le acabase de atropellar un tren. Sabía que debía levantarse, pero no encontraba el momento de incorporarse. Sentía como le rodeaban por todos lados. La venganza era una opción, pero solo sentía que debía esperar a que el plato se enfriase. De fondo, una máquina de discos reproducía Auto Rock, de Mogwai.

Solo habían pasado unas pocas semanas desde aquel inesperado encuentro. Ese día solo pensaba en volver a casa después de una dura jornada de trabajo, pero la casualidad hizo que se encontrara con la pandilla de amigos con los que tantos atracos había llegado a realizar. Nuevo objetivo, misma rutina. Lo único de lo que debía encargarse era de conducir escapando con el dinero una vez más. Pero otra patada le devolvió al presente, al tiempo que la máquina cambiaba de canción, ahora sonaba A Warm Place, de Nine Inch Nails.

La agonía se apoderaba de él, pero le hacía revivir esos duros momentos. La avaricia que le entró al ver tanto dinero, más que en cualquier otra operación, le llenó de codicia su mente perversa. Pensó que podría huir sin que supiesen donde encontrarle, pero sus pistas dejaban mucho rastro tras de sí. Por lo que ahí se encontraba, en medio de aquella taberna, tirado en el suelo, sangrando a pleno rendimiento por todo su radio de acción. Y no conformes, sus antiguos compinches seguían dándole fuerte. El momento final estaba a punto de llegar. La 9 milímetros apunto a su sien. El gatillo hizo su trabajo, y después silencio. Su sed de venganza se la cobraría en la otra vida. Su réquiem fue el tema de Juno Reactor, Angels and Men.

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