sábado, 6 de agosto de 2011

Abandonado (aunque encontrando el camino de vuelta)

Así es como está mi blog en los últimos tiempos. Algo que no se puede tolerar. Así que habrá que subsanarlo de alguna forma, ¿no? Pues eso, al ajo.

Hace unos días que acabé una labor magistral. ¿No te pasa a veces que te preguntas si tienes X banda sonora o Y película? Pues eso se acabó, y no, no me he comprado algo de la teletienda que lo vendan de esta forma. Al fin he comprendido los entresijos del Excel (o al menos me he presentado de una forma cordial con él) y he conseguido elaborar mi base de datos de bandas sonoras. El estar tantos años tras este maravilloso mundo ha provocado que mi colección creciese de tal forma que no supiese con exactitud la posesión de uno u otro título. Y eso tenía que arreglarse. Pero al fin se acabó, ya es una labor menos que realizar en este aburrido y a la par maravilloso verano.

También ha sido verano de estrenos cinematográficos. Una saga que para mi empezó cuando acababa mi paso por la escuela y comenzaba la de los institutos (los por los tres [2 oficiales y una escuela] a los que fui) y otra que empezó con Tony Stark hará unos pocos años. Me explico.



Como primera opción, hablaré de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte II). Un film que ha supuesto el fin de las aventuras que, como he dicho, dieron comienzo a mi adolescencia, y prácticamente le han dado fin acompañándolas brevemente en mi juventud. Es una saga tanto literaria, cinematográfica como sonora que recomiendo a todo el que aprecie unas buenas piezas de entretenimiento (para los exquisitos) o buen rato (para los entusiastas). La vida y la muerte, el bien y el mal, la luz y la oscuridad... Son solo algunos de los matices que se dan cita en las obras de Joanne Kathleen Rowling, que ha pasado de ser una mujer a punto de la desesperación y muerte de su alma ante las adversidades en las que vivía, a una de las mujeres más ricas de Inglaterra y de las más famosas en todo el mundo.

Estos días he podido comprobar y poner a prueba el verdadero cariño y amor que he tenido por esta saga de jóvenes magos. No es solo 7 libros y 8 películas (con sus respectivas bandas sonoras) con las que haya crecido y me haya forjado como persona. He descubierto que gracias a ellos he cosechado mucho más. Desde nuevas amistades (que grande serás siempre Víctor, que te tengo siempre en mi corazón), discusiones tan interesantes como absurdas sobre los diversos mundos y teorías de la saga, como el descubrimiento de grandes artistas del séptimo arte que han colaborado en dar vida a los personajes y mundos, como la nostalgia de saber que no habrá más (al menos no de forma oficial).

Todo ello se refleja, o al menos espero haberlo hecho, en el último programa que he hecho en las ondas de CUAC FM. BSO tuvo que volver a las ondas para no dejar el sabor agridulce de despedirse con la saga Crepúsculo. Y creo que algo como Harry Potter ha demostrado la valía que se puede dar en un programa de radio que no se prepara con esa herramienta que tenemos arriba, nuestra mente, sino que se locuta y se produce para una audiencia invisible con la herramienta que tenemos en el interior de nuestro pecho, la más importante en nuestra vida, nuestro pequeño pero destacable corazón.


Y luego, os iba a hablar de Capitán América, el Primer Vengador. Pero me parece que la emoción que he sentido viendo la película o incluso el gustazo que he tenido viendo detalles o guiños curiosos han sido más que reflejados por mi compañera de redacción Mª Dolores Clemente en su última crítica. Y con esto me despido por hoy. Buen fin de semana a los que me leáis en las próximas horas, o allá donde estés y cuando quiera que me leas, disfruta de la vida, se feliz, y ante todo, llama a un amigo perdido para que encuentre su camino.

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